Interviste

Intervista su “El Mundo”

MARCELLO PERA / Presidente del Senado italiano: “La Ley de Inmigración italiana no es racista y España va a tener una similar” di di Silvia RomanEl líder de una de las Cámaras de Roma presenta hoy en Madrid un documento junto a su homólogo alemán en el que se pide que el informe que elabore la Convención sobre el futuro de Europa sea estudiado por los parlamentos nacionales, dotándoles así de un rol más importante

 

MADRID. Marcello Pera no ha dudado en cambiar estos días su asiento en el Senado italiano por otro en el español. Como sus homólogos de la Unión Europea, Pera (miembro de Forza Italia) participa hoy en Madrid, en el Congreso de los Diputados, en la conferencia de presidentes de parlamentos de la UE.

 

¿Qué asunto resonará hoy más entre las paredes de las Cortes?

 

Sin duda alguna, el problema del papel de los parlamentos nacionales en la Unión. La Convención está debatiendo este rol y mi opinión es que los parlamentos deben ser importantes. Además, la nueva Europa debe estar más integrada en lo que se refiere a economía, política exterior y seguridad interna.

 

¿Conoce algún detalle del discurso que realizará en la Cumbre de Sevilla el presidente de la Convención, Valéry Giscard d’Estaing?

 

Todavía no hay ningún documento, pero sí puedo decir que España e Italia se presentarán con una posición común sobre el asunto de la inmigración.

 

¿Apoya más la idea de una Europa amurallada o de una Europa totalmente abierta?

 

No podemos erigir murallas alrededor de Europa. Ahora bien, tenemos que acoger a los extranjeros hasta el límite de nuestras posibilidades. No podemos consentir inmigraciones descontroladas o ilegales porque éstas llegan a ser una forma de ayuda indirecta al crimen. Europa debe combinar seguridad y solidaridad, pero no puede abrir las fronteras de forma indiscriminada.

 

¿Qué le diría a todos aquellos que han criticado la nueva Ley de Inmigración italiana por sus medidas drásticas?

 

La polémica ha sido excesiva. Además, en España va a haber una ley parecida. Las dos leyes son muy similares, porque los dos países están en la misma situación, y el resto de los países de la UE llegarán también a esa situación.

 

¿No teme que se relacione el auge de la extrema derecha con las normativas que la opinión pública cree severas?

 

La ley italiana no es racista. Cuando se habla de la derecha en Europa hay que hacer distinciones entre las diferentes situaciones nacionales. El caso francés es distinto del holandés. Los gobiernos tendrían que preocuparse de los movimientos que van hacia las posiciones extremas. En el caso de Italia, la derecha es absolutamente democrática y Silvio Berlusconi es un demócrata al que no se le puede acusar de adoptar posturas xenófobas.

 

Retomando los paralelismos que citaba entre Roma y Madrid, el próximo día 20, italianos y españoles tienen convocada una huelga general en contra de la reforma laboral…

 

Ambos países necesitan flexibilidad en el mercado laboral para incrementar el empleo. Los sindicatos se resisten, pero tienen que ver que los ciudadanos dan a los gobiernos el poder de actuar sobre sus programas, de ahí que los gobiernos tienen el deber de responder a los ciudadanos y llevar a cabo sus propios programas.La flexibilidad en el mercado es útil para el interés de los europeos porque, en el mercado global, Europa es todavía demasiado protectora.

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